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Budismo y Gestalt, dos caminos que se abrazan.

No se cruzan, se abrazan, o eso me parece a mí. El tema daría para mucho y aquí sólo se me permite un pequeño espacio, así que me concentraré en lo esencial.

La cuarta verdad del budismo nos habla del Óctuple sendero y la Gestalt del Ciclo de Necesidades como amables rutas para el autoconocimiento y la superación personal. Pues bien, a mi se me antoja que ahí no hay sólo un paralelismo, sino un abrazo fraternal.

Veamos si os convence mi elucubración:

  1. Visión correcta/realista. Se nos invita a parar y dejarnos sentir. Un reposo imprescindible para recuperar sensaciones. Se trata de poner el freno para poder abandonar el piloto automático y empezar a liderar nuestra vida.
  2. Motivación correcta/realista. Reconocer que hay detrás de nuestros deseos, apegos y aversiones parece muy próximo a eso de tomar conciencia y responsabilizarnos en buena parte de todo lo que nos pasa.
  3. Habla correcta/realista. Hablar sólo para apoyar lo genuino o confrontar lo neurótico, es decir, para movilizar un cambio no sólo de conciencia, sino también de comportamiento. Ello conlleva implícitamente el observar minuciosamente nuestro diálogo interno y externo para dilucidar en todo momento desde dónde hablamos: ¿desde la cháchara, la emoción, la pulsión visceral?
  4. Acción correcta/realista. Decidir y hacer lo que corresponda. Romper con patrones obsoletos, con un guion de vida que no queremos seguir. Actuar con honestidad, desde lo nuestro, desde lo auténtico, desde lo que en el fondo sabemos que nos une en la diversidad, y no desde lo que nos separa en la discriminación.
  5. Medio de vida correcto/realista. Cooperar más que competir. Saber disfrutar del presente, del aquí y ahora, sea este “cuesta arriba o cuesta abajo”. Dejar fluir, y como mucho influir, pero sin forzar dejándonos invadir por la preocupación y la ansiedad.
  6. Esfuerzo correcto/realista. Confiar más que controlar es la base de todo lo anterior. Porque el miedo fruto de cualquier introyecto es en verdad lo que nos lleva a proyectar, retroflectar, deflexionar, proflectar… o recurrir a cualquier otro mecanismo neurótico.
  7. Atención correcta/realista. Atender, escuchar, observar son las bases de todo aprendizaje. Esta habilidad sobrevuela pues todo el ciclo, pero tal vez es en la retirada donde toma más relevancia. Una vez acabado todo, llega el momento de descansar y repasar.
  8. Concentración correcta/realista. Habrá que refrescar la convicción que nos lleva a reiniciar el Samsara. Habrá que volver a dejarnos sentir cuales son ahora, actualizadas, nuestras nuevas prioridades.

En fin, disculpad si se me ha ido la pinza con los calores estivales, pero en mi opinión ahí hay lio, ahí hay un abrazo amoroso en toda regla entre el Óctuple Sendero y el Ciclo de necesidades. ¿No os parece?

Foto de John Lockwood en Unsplash

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