La primera vez que escuché la expresión “entra en vida” fue hace ya un par de años en Gredos, en un taller de meditación que impartía el bueno de Alberto Villar. No me atreví a preguntar, y dejé que el resto del grupo avanzara para ir comprendiendo que la expresión era una fresca y feliz actualización del “despertar” del que nos habla el zen.
Efectivamente, entrar en vida era, es, dejarnos de engaños, de entelequias y patrañas para vivir la vida honestamente, en vivo y en directo.
Desde entonces, la necesidad de encontrar un camino para ser más auténtico, más de verdad, ha sido en mí una constante.
Y la mejor respuesta llegó, como no, de la mano de la Gestalt. Una voz amiga que me susurra desde entonces: “Deja la cháchara”.
Deja de chismorrear discursos políticamente correctos, pero en los que no crees. Deja de menudear en “chicken shit”, conversaciones de apariencia educada para socializar sin entablar ningún tipo de vínculo real.
Deja también de intelectualizar razonamientos “bull shit”, con porqués tan elocuentes como falsos. Los porqués son siempre infinitamente multifactoriales o simplemente no hay un porqué. Salta pues del porqué al porqué no, y cruzarás el abismo entre lo neurótico y lo erótico (en el sentido más amplio y vitalista del término)
Y, sobre todo, deja el vicio de filosofar sin practicar. Deja de sentar Cátedra con tu “elephant shit” y “salvar” al prójimo sin haber experimentado el dolor de tu interlocutor.
Cuenta el maestro que una vez un paciente visitó a su médico y le encontró alicaído y preocupado. Dado que le conocía desde hacía ya un tiempo, se atrevió a preguntar ¿Qué le pasa Doctor, le veo bajo de moral?
El médico se vio sorprendido por la pregunta, y, sin pensarlo dos veces, susurró: “Es que tengo malas noticias. Y siempre me cuesta expresarme cuando los resultados no son buenos.” A lo que el paciente respondió: “Claro, pero a Usted siempre le toca ese trabajo y… tratando con gente ya de cierta edad, es normal que de vez en cuando surjan estos lances. Al final todos tenemos que morir.” Mirándole ya a los ojos el médico respondió: “Así es, me duele tener que decirle que las pruebas no revelan buenas perspectivas, pero lucharemos para que pueda sobrellevarlo lo mejor posible.”
Siempre me ha llamado la atención esta anécdota: cómo cambia todo cuando somos nosotros los protagonistas de la historia, y cuánto tiempo perdemos en cháchara sin verdad ni vínculo.
Para acabar, permíteme compartir contigo un reto que aún no he conseguido superar: estar un día entero (24h) sin quejarme, ni criticar nada ni a nadie. Si lo consigues, no dejes de decírmelo, me encantará conocerte. Si no lo consigues, házmelo saber también, siempre ayuda sentirse acompañado.
Foto de Jakob Owens en Unsplash
Gràcies
A tu, Benet.
“Entrar en vida”, que breve y poderosa frase! Yo tampoco entendí su alcance y aún me resulta difícil comprenderla y, sobre todo, “ponerla en vida”. Tu explicación me ayuda y me acerca más a algo, algo que supongo que es esa vida real que me empeño en codificar y comprender: en lugar de permitirme sencillamente “entrar en vida”. (A veces lo consigo?). Gracias Manuel.
Así es Gabriel. Brindemos por esos momentos que son cielo azul, sin olvidar que cuando hay tormenta, él sigue impasible ahí arriba.
Hola Manuel,
Al leer tu artículo me he acordado de una expresión que utilizan en Costa Rica para responder a la pregunta Cómo estás? Pura Vida dicen ellos en un modo de referirse al bienestar, agradecimiento, humildad, plenitud, abundancia y satisfacción. No sé porque he asociado el texto a este recuerdo. Últimamente me pasa a menudo que de una cosa aparece otra. Qué tengas buen día 14 de febrero.
Muchas gracias, Marta. Como tu bien sabes, las palabras llegan dónde llegan, pero si se expresan desde el corazón también dicen mucho. Un abrazo.
Es curioso, que las palabras siempre son un fraude cuando se habla de una experiencia ” entrar” en vida como si no estuviera ya uno en ella… Mi querido (tu lo sabes bien,Manuel.) Alberto Villar , entrar en vida porque somos zombies y es cierto que parece que no somos nada conscientes de que la vida es lo que corre, brota y ES todo el rato en nosotros, que vida es igual a Ser. La autenticidad y la verdad son tan simples que nos las vemos… solo hay que ser lo que se Es en el momento, ahi está todo ; en el momento.
Dice Osho : “Estás dormido profundamente y la mente está jugando el papel de maestro. ”
Ese no Eres Tú. Tu presencia silenciosa no necesita nada ni quiere nada más que experimentar todo lo que Es.
No sé si he logrado alguna vez pasar 24h sin criticar a alguien.pero te propongo empezar por pasar 24h sin criticar nada de lo que hagas , pienses o digas… por mi experiencia todo empieza por uno mismo 😉
Gracias por tu blog y por aportar siempre.
Gracias Esther. Estoy contigo, todo empieza aquí, ahora y en uno mismo. Somos cambio con patas.
Doncs sí, sentir-me acompanyat ajuda molt
Gràcies Maria. Tu be que ho saps, la meditació fa que sempre ens sentim acompanyats, passi el que passi, siguem on siguem. Et sento sempre al meu costat i això em reconforta, això ens reconforta.
Me parece muy buena idea el propósito de no criticar ni quejarse. Lo voy a intentar y si supero las 24 horas, le iré sumando tiempo
Aupa ahí!!! Todo el ánimo para ese buen empeño!!
Empiezo mañana ?