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Tag: Autoestima

¿Quién te ha dado (o quitado) vela en este entierro?

No hay duda de que la autoestima es la base de nuestra felicidad. El 70% de los impacientes que acuden a terapia lo hacen porque tienen “problemas de autoestima.” Antes de entrar en remedios o tratamiento, una primera pregunta sería ¿Con la autoestima se nace

El punto de la i.

Dado que no nos cansamos de repetir que la felicidad no hay que buscarla en el resultado sino en el proceso, parece que el secreto deberá estar entonces en aprender a capear los contratiempos transformando la triste resignación en gozosa aceptación. Siguiendo el guion del

El lobo y el cordero.

Es consabido que patología llama patología. Una mente neurótica se siente a priori más acompañada por otra mente neurótica que no por un personaje equilibrado. Lo cual, visto en positivo, hace que cuando uno se siente bien consigo mismo, cuando el “ruido” metal es atemperado,

Encontrarle el sentido a la vida.

Ese es el reto, y no hablamos de objetivo, sino sentido, dirección, propósito. No es meta ni tan siquiera camino, es el sentido de este paso, de este instante que quiero vigilar esté apuntando a la felicidad. Puede cambiar, de hecho, debe cambiar, pero ahora,

Cómo disfrutar de días de 26 horas.

“No me alcanza la vida.” “No llego.” “Estoy estresada.”  son expresiones frecuentes que manifiestan queja, pero rara vez apuntan a solución. Y es que todos soñamos con algo más de tiempo para disfrutar, hacer o deshacer, pero el día se empeña en esas 24 míseras

Autoestima, prepotencia y pasotismo.

La sociedad de consumo nos aboca a un yo ideal que choca frontalmente con lo real, y eso hace que la sensación de insuficiencia, de no dar la talla, de no ser lo que deberíamos ser, sea algo muy corriente. Consecuencia de ello es que

Entrena tu felicidad.

Entrenar es cambiar. Acomodarse es perder. Como decía Alicia en ese país tan maravilloso como el nuestro, cuando todo cambia a la velocidad del viento si no corremos más que él, este nos arrastrará. Los grupos de terapia, los colectivos de meditación, o incluso los

Víctimas verdugo.

Si descartamos a los “perseguidores”/castigadores de comunicación imperativa o invasiva, a los “salvadores” de lenguaje seductor o paternalista, y a los “victimistas” de discurso manipulador y largos silencios pasivo-agresivos, no queda títere con cabeza. Pero hoy quisiera poner el foco en estos últimos, aunque soy

No te preocupes.

Nada excita más la preocupación que la insistencia en decirnos que no nos preocupemos. ¿Será por aquello de “Excusatio non petita, accusatio manifesta”? ¿Será por falta de credibilidad, o simplemente por nuestra doliente capacidad anticipatoria negativa? Sea como fuere, la cosa es ¿Cómo podemos dejar

Enamorarnos de la vida

Enamorados de la vida.

Releía este verano a Irvin Yalom en Love´s Executioner contando cuán difícil es tratar a un impaciente enamorado. Y es que es cierto, hay en la terapia un instinto asesino de esa fantasía amorosa tan placentera, porque el tema va de perseguir la autenticidad, y