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Tag: Autoexigencia

¿Quién te ha dado (o quitado) vela en este entierro?

No hay duda de que la autoestima es la base de nuestra felicidad. El 70% de los impacientes que acuden a terapia lo hacen porque tienen “problemas de autoestima.” Antes de entrar en remedios o tratamiento, una primera pregunta sería ¿Con la autoestima se nace

El punto de la i.

Dado que no nos cansamos de repetir que la felicidad no hay que buscarla en el resultado sino en el proceso, parece que el secreto deberá estar entonces en aprender a capear los contratiempos transformando la triste resignación en gozosa aceptación. Siguiendo el guion del

El lobo y el cordero.

Es consabido que patología llama patología. Una mente neurótica se siente a priori más acompañada por otra mente neurótica que no por un personaje equilibrado. Lo cual, visto en positivo, hace que cuando uno se siente bien consigo mismo, cuando el “ruido” metal es atemperado,

Tener razón no te hace feliz.

Invariablemente cuando alguien nos pregunta ¿Tú qué prefieres tener razón o ser feliz? la respuesta es ser feliz. Pero en la práctica, una y otra vez, persistimos en el empeño de demostrar que nuestra opinión debe prevalecer sobre el haber disfrutado de una sana conversación

Ventilación emocional.

Reconozco que la primera vez que oí esta expresión me impactó. Me parece un hallazgo casi a la altura del de la “inteligencia emocional”. Y es que, queramos o no, “inteligencia emocional” no deja de inferir que las emociones pueden ser gerenciadas por la razón,

Dime cómo te preocupas y te diré de qué sufres.

El María Moliner asimila preocupación a prejuicio, como una idea preconcebida que incapacita para pensar rectamente en cierta cosa (SIC) Y es que ciertamente la preocupación sirve para muy poco. Entonces ¿Por qué nos preocupamos tanto? En mi opinión, la preocupación no es más que

Encontrarle el sentido a la vida.

Ese es el reto, y no hablamos de objetivo, sino sentido, dirección, propósito. No es meta ni tan siquiera camino, es el sentido de este paso, de este instante que quiero vigilar esté apuntando a la felicidad. Puede cambiar, de hecho, debe cambiar, pero ahora,

Neurociencia del hábito.

Dice el refrán que el hábito no hace al monje, pero en cierto sentido yo creo que si, absolutamente. Lo único que tenemos es tiempo, y el mayor consumidor de tiempo es el hábito. Así que es bueno prestarle la máxima atención y aprender a:

Estrategias de manipulación.

Siempre he mantenido que la palabra vende y sólo el sentir se regala. Y es que la manipulación, grande o pequeña, voluntaria o inconsciente, siempre anda detrás de cualquier discurso. Lo más grave es cuando ella se da desde instancias con mayor poder mediático, algo

Ghosting. El fantasma que impera.

En mi época (expresión que aborrezco pero que aquí encaja divinamente) “un fantasma” era alguien que fanfarroneaba sin cesar. Pero hoy, los que “fantasmean” son otros, y son muchos, muchos más de los que podríamos haber imaginado. Me refiero en particular a los suscritos al