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Tag: Confianza

El lobo y el cordero.

Es consabido que patología llama patología. Una mente neurótica se siente a priori más acompañada por otra mente neurótica que no por un personaje equilibrado. Lo cual, visto en positivo, hace que cuando uno se siente bien consigo mismo, cuando el “ruido” metal es atemperado,

Tener razón no te hace feliz.

Invariablemente cuando alguien nos pregunta ¿Tú qué prefieres tener razón o ser feliz? la respuesta es ser feliz. Pero en la práctica, una y otra vez, persistimos en el empeño de demostrar que nuestra opinión debe prevalecer sobre el haber disfrutado de una sana conversación

Ventilación emocional.

Reconozco que la primera vez que oí esta expresión me impactó. Me parece un hallazgo casi a la altura del de la “inteligencia emocional”. Y es que, queramos o no, “inteligencia emocional” no deja de inferir que las emociones pueden ser gerenciadas por la razón,

La vida es dura, amigo.

A raíz de la lectura este libro de Kieran Setiya me vuelve a tentar el escribir sobre la soledad. Aunque, de hecho, el 80% de este post es atribuible a sus reflexiones. Y es que estas trascienden en mucho el tópico de que no es

Enfermedad, vejez y muerte.

Con un título tan sugerente y de suceso universal como este… ¿Quién no va a querer leer lo que sigue? De hecho, nos habla de los tres espantos que Siddhartha Gautama, alias Buda, conoció al salir de palacio, y cómo ello le ayudó a “despertar

Encontrarle el sentido a la vida.

Ese es el reto, y no hablamos de objetivo, sino sentido, dirección, propósito. No es meta ni tan siquiera camino, es el sentido de este paso, de este instante que quiero vigilar esté apuntando a la felicidad. Puede cambiar, de hecho, debe cambiar, pero ahora,

Neurociencia del hábito.

Dice el refrán que el hábito no hace al monje, pero en cierto sentido yo creo que si, absolutamente. Lo único que tenemos es tiempo, y el mayor consumidor de tiempo es el hábito. Así que es bueno prestarle la máxima atención y aprender a:

Ghosting. El fantasma que impera.

En mi época (expresión que aborrezco pero que aquí encaja divinamente) “un fantasma” era alguien que fanfarroneaba sin cesar. Pero hoy, los que “fantasmean” son otros, y son muchos, muchos más de los que podríamos haber imaginado. Me refiero en particular a los suscritos al

Cómo disfrutar de días de 26 horas.

“No me alcanza la vida.” “No llego.” “Estoy estresada.”  son expresiones frecuentes que manifiestan queja, pero rara vez apuntan a solución. Y es que todos soñamos con algo más de tiempo para disfrutar, hacer o deshacer, pero el día se empeña en esas 24 míseras

Autoestima, prepotencia y pasotismo.

La sociedad de consumo nos aboca a un yo ideal que choca frontalmente con lo real, y eso hace que la sensación de insuficiencia, de no dar la talla, de no ser lo que deberíamos ser, sea algo muy corriente. Consecuencia de ello es que