Hay muchas palabras y frases que de tanto usarlas van perdiendo su sentido original y se tornan, no un mantra, sino una cantinela intrascendente. Así ocurre a mi modo de ver con el amor, con el “Te quiero”, con el “Vivir el presente, el aquí y ahora” o… con “Vivir en la abundancia”.
Es como si las palabras fuesen huecas, repetidas por moda o modernidad, pero carentes de contenido. Te has preguntado alguna vez ¿Qué diantre significa vivir en presente, habitar el aquí y ahora, fluir y respetar la abundancia?
En mi opinión, curiosamente, todos estos conceptos están íntimamente relacionados, y parten de una filosofía esencialmente Advaita de la vida.
Voy a empezar por el final para intentar llegar al presente. Vivir en la abundancia no significa fantasear en el colmo para despertar en la frustración, sino saber ver qué es lo bueno que abunda en este mi puntual momento vital. Dado que la botella siempre está medio llena y medio vacía, siempre hay algo bueno en toda situación. Y la mencionada filosofía lo que predica es prestar especial atención a aquello que abunda. ¿O no es verdad que cuando falta el trabajo hay mucho tiempo libre? ¿O que cuando se cierra la puerta de una relación de pareja, se abren un montón de posibles ventanas a cual más amorosa? ¿O incluso que cuando arrecia la falta de salud, abunda la oportunidad de crecimiento espiritual?
Piénsalo bien. Si somos capaces de sostener la emoción del momento sin darle demasiadas vueltas negativas al asunto, si somos capaces de anclarnos en el presente, enraizarnos en lo puesto, y pasar de chácharas levadura del sufrimiento, la vida nos da la cara, y la cruz queda para quien sólo se fija en la escasez, en lo que nos falta.
Si no te he acabado de convencer, déjame que te lo cuente de otro modo. ¿No te has descubierto en más de una ocasión pensando que cuando te bañas te duele no estar guardando la ropa, y cuando estás ahí junto a ella darías lo que fuera por un buen baño? Si eso te pasa a menudo es que aún vives en la cultura de la escasez. Para empezar a vivir en la abundancia no es necesario, ni ayuda, el que te toque la lotería, basta con tener el valor de tomar la decisión de vivir en presente, aprovechar lo que se da, y atender a lo que nos nace fruto de ello.
Y no, no es resignación, es gozosa aceptación de que somos humanos, no omnipotentes sino efímeros e inmanentes en busca de un sentido.
Mi reco: No busques el sentido en el deseo ni la ambición, sino en el presente y la actual situación. Cada momento tiene el suyo y ha venido con la esperanza de encontrarte abierto y receptivo a lo que abunda. Aprovéchalo. Desde ya.