Pathos, Logos y… Ethos. ¡Pura retórica!
La retórica ha sido despreciada, y así nos lucen los discursos. La retórica que ya predicaba Aristóteles no es más que el arte de persuadir, a no confundir con el de manipular, engañar o imponer. Hay ahí una intención diferente, muy diferente. En cualquier caso,