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Automaternaje

Automaternaje: nacemos y morimos solos, y entretanto nuestro reto es aprender a sostenernos solos. La tarea puede parecernos empinada cuesta, pero en el fondo es un suave dejarse caer. Basta con no ponerle palos a la rueda y dejar que la auto-regulación circule.

A título de síntesis extrema diré que entre calma y calma hay cinco etapas:

– La primera reclama estar conectado. Sentir qué se me mueve a nivel emocional frente a esta persona, esta situación, esta expresión…

– La segunda supone tomar conciencia sobre si eso es algo que se me repite en mi vida frente a situaciones, atribuciones o gestos similares.

– La tercera nos exige algo más, reflexionar sobre qué hago con la energía que todo ello me despierta. ¿Salvo y trago o persigo y agredo? Ahí hay punto clave. ¿Expreso y ventilo eso que siento? Por que lo no expresado hace mucho ruido: la rabia entonces degenera en resentimiento, el miedo en parálisis, la tristeza en melancolía e incluso la alegría en mera fantasía.

– Pero si expresamos si ventilamos la herida evitaremos el que se infecte. Abrirla y limpiarla puede que duela, pero nada comparable con el dolor que supone taparla o ignorarla. Lo importante es averiguar qué hago yo para “merecer” eso que me pasa.

– Si lo conseguimos, la satisfacción debe ser celebrada, puesto que, si no, nuestra autoestima no se verá recompensada. Y la autoestima es como la joroba de los camellos que resulta imprescindible para nutrir nuestra capacidad de frustración.

Y aquí acaba el cuento, puesto que una vez me reconozco bien alinead@ (en mis voces internas de Padre normativo Niño creativo y Adulto mediador) y he limpiado vínculo con el prójimo, sólo nos queda aprender a soltar y dejar fluir.

Los mecanismos neuróticos, o de defensa, son sólo entonces esos palos en la rueda del Samsara que ya he mencionado: introyección, negación, represión, proyección, retroflexión, proflexión, deflexión o confluencia.

Y sus expresiones: prisas e hiperactividad, drama o victimismo, cavilación TOC, perfeccionismo, procrastinación o prepotencia narcisista, alarmas a tener presentes.

En resumen, que todo es muy sencillo si no lo complicamos. No nos lo compliquemos pues con historias que no vienen a cuento.

Dejemos que Dharma nos instruya en su infinita sabiduría Advaita.

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Foto de Austin Chan en Unsplash

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  1. Más o menos he entendido un párrafo el penúltimo. Del resto me voy a quedar con un par de frases, que han llamado mi atención, y me han parecido menos complicadas:

    “nacemos y morimos solos, y entretanto nuestro reto es aprender a sostenernos solos”

    La primera parte es falsa, incluso en una concepción materialista. Si bien es posible morir sin la compañía de otros seres humanos, (aunque ello no implica que estemos solos) es imposible que nazcamos solos, como mínimo ha de haber un miembro de nuestra especie, nuestra madre, y ha de seguir viviendo el tiempo suficiente para que otro nos atienda y podamos sobrevivir, al menos si queremos pasar a la segunda parte, que haya un tiempo para aprender a “sostenernos solos” o no.
    Luego lo de que el reto sea aprender a sostenernos solos…El reto es aprender a aceptar la ayuda y ayudar, el hombre no está hecho para estar solo, está hecho para amar, como bien decías no hace tantas semanas, y para ello es indispensable la existencia y la presencia del otro.
    La soledad ni es de nuestra naturaleza ni es de nuestra vocación.

    “Lo importante es averiguar qué hago yo para “merecer” eso que me pasa”. Reminiscencias a las castas hindúes, a concepciones hebraicas…tengo bienes, gran inteligencia, buena posición social, un buen trabajo, estoy sano porque lo merezco. Aquél es pobre, lisiado de nacimiento, a penas consigue trabajo, sin duda se lo merece ¡algo habrá hecho él o sus padres!

    ¡Qué poco comparto esa visión

    1. Querida Meri
      La literalidad como tu bien sabes no es buena compañera para leer textos que aspiran a tratar sobre emociones.
      Cuando digo que nacemos y morimos solos me refiero a que como individuos nacemos y morimos sin poder ser “sustituidos” por nada ni nadie. Tanto el nacimiento como la muerte son absolutamente únicas e intransferibles, esté quien esté en esos momentos a nuestro alrededor.
      Dicho esto el que en el interín nos toque aprender a sostenernos solos no quiere decir en absoluto que vayamos a renunciar al amor sino al contrario, la idea es que la relación el vínculo se base lo mínimo posible en una necesidad y parta así pues del deseo más puro de compartir la vida con otro u otros.
      Finalmente por lo que respecta a qué hago yo para merecer lo que me pasa apunta a hacernos responsables de nuestras actitudes creencias y hábitos dejado a un lado el buscar culpables. Justo lo contrario a lo que tu apuntas. 🙏🙏
      En cualquier caso gracias por comentar.
      Yo sí comparto contigo eso de que la soledad ni es un estado natural ni vocacional, más bien diría yo puntualmente cultural y espiritual.

      1. En relación al antepenúltimo párrafo final, en absoluto digo yo que haya que buscar culpables, justo lo contrario. Lo que yo decía es que hay muchas visiones que relacionan las desgracias personales o los éxitos de uno con el merecimiento de los mismos. Es decir en esas visiones, y pienso que es muy actual, si alguien pasa por dificultades económicas, de salud, emocionales…es porque se lo merece, y lo mismo en el sentido contrario, el que tiene éxito… es porque se lo merece. Eso es en lo que no estoy de acuerdo. Merecer es hacerse digno de premio o castigo. Estoy contigo en que en tanto que somos libres, somos responsables del uso que hagamos de esa libertad. Luego lo de merecer lo que nos ocurra, depende: el que enferma de ELA no ha enfermado porque lo merezca, el que vive en la Moncloa no es porque se lo merezca, sino porque existe una sistema que hace que cada equis año alguien acceda a vivir allí, sin mérito, aunque a menudo con demérito.

        1. Gracias por la precisión. Me parece oportuna. No debería pues decir ¿Qué haces tú para merecer eso? sino ¿Dónde te “colocas” qué haces para invitar al otro a que se situé repetidamente en ese otro lugar específico? No seria tanto merecer como propiciar, facilitar… Y obviamente no hace referencia a los avatares de la vida en general sino a los de las relaciones interpersonales en particular.